Hasta hace relativamente poco, no estábamos acostumbrados a cuestionar sobre nuestro consumo y su impacto en el mundo. Por fortuna, en los últimos años hemos visto campañas basadas en evidencia sobre la huella que estamos dejando en el planeta. Si bien, los plásticos y otros materiales han sido fundamentales para la preservación de alimentos perecederos, también es una realidad que el uso indiscriminado, está destruyendo el planeta.
Después de varios días de estar totalmente encerrados en casa por la pandemia, quizá te pasó como a nosotros, que nos dimos cuenta aun siendo conscientes del problema, de la gran cantidad de envases que se vuelven basura, esos que separamos en diferentes contenedores sin tener la certeza de su destino al centro de reciclado. Nos dimos a la tarea de buscar maneras que puedes aprovechar algunos de los envases cuándo el producto se haya terminado. Si te interesa, sigue leyendo.
En nuestro caso particular, notamos que dentro de nuestros desechos durante esta pandemia, hay un sin fin de envases de vidrio y latas de metal que pueden tener una segunda vida. La ventaja de estos materiales es que son amigables con el medio ambiente, siempre y cuando se les dé una segunda vida y un deshecho óptimo. Si has leído nuestro blog, probablemente sepas que nuestro hobby, son las plantas, su cultivo y su propagación, por lo que decidimos dedicar este artículo al reuso de estos envases en el mundo de las plantas.
Frascos de vidrio para clonar y propagar tus plantas
Tus envases de vidrio los puedes reutilizar para contener otro tipo de alimentos como los que venían originalmente, pero eso no tiene nada divertido. En cambio, nosotros te proponemos que los utilices para propagar tus plantas favoritas. ¿Sabías que para tener una planta nueva, no necesitas una semilla? Así es, puedes propagar una planta por medio de un clon, de hecho, es muy sencillo. Lo primero que debes asegurarte, es que tu planta se pueda clonar en agua por medio de corte. Algunas de las plantas que hemos propagado con exito son: Floripondio (brugmansia), Althernatera y Monstera, pero no son las únicas, hay muchsísimas, siéntete libre de experimentar.
Los pasos a seguir son muy sencillos, corta una rama sana de la planta que contenga al menos 3 nodos por donde normalmente saldrían hojas, llena el frasco de agua que vas a reutilizar y coloca el tallo dentro. Trata de mantener las hojas fuera del agua ya que se pueden pudrir, dejando sólo una o dos para que la planta haga fotosíntesis pero se pueda enfocar en desarrollar raíces. Cambia su agua al menos una vez cada 2 días para evitar que se estanque y se pudra la planta.
Después de algunos días comenzarás a notar que empiezan a brotar pequeñas y blancas raíces por los nodos de la planta. Los nodos contienen células madre de la planta que se adaptan para generar nuevas raíces y darle una nueva vida.
Dependiendo la planta, después de algunas semanas o en algunos casos meses, tendrás raíces suficientemente largas y fuertes para transplantarla a la tierra. Cuando lo hagas, riégala bien y asegúrate de podar las hojas para dejar solo una o dos de tamaño pequeño. ¡Listo! Acabas de clonar una planta, eso quiere decir que ahora tienes una copia genéticamente igual a la planta madre. Cuándo acabes, usa tu frasco para repetir el proceso con otra planta hasta que llenes tu jardín.
Utiliza recipientes herméticos para crear un té de composta para tus plantas.
Si eres de los nuestros y crees que las plantas son las nuevas mascotas, no podrás negar que cuidarlas y alimentarlas bien es parte de la responsabilidad de cuidar a nuestros amigos verdes. Por esto, resulta muy útil hacer un té de composta para fomentar un sano crecimiento lleno de nutrientes. Para esto, sólo necesitas un recipiente reutilizable de vidrio que tenga una tapa que no permita que se meta el oxígeno (nuestros favoritos son los café soluble). Junta tus cáscaras de naranja, mandarina o limón, tus cáscaras de huevo lavadas y pulverizadas, cáscaras de plátanos y piel de cebolla e introducelas en tu recipiente lleno de agua. Puedes agregar algunos ingredientes como el café que sobró de tu cafetera.
Recuerda que la materia orgánica entrará en descomposición, por lo que te recomendamos hacer solo la cantidad suficiente para diluir en el agua y alimentar a tus plantas por unas semanas.
Latas de alimentos enlatados para iniciar tu huerto
Iniciar un huerto es muy fácil, solo necesitas algunas semillas, tierra y tus recipientes. Para germinar tus semillas, puedes reutilizar un cartón de huevos, poniendo un poco de tierra en cada espacio y regando hasta ver tus semillas germinar. Una vez que los germinados tengan buena altura, es momento de transplantar. Nada mejor que utilizar latas de comida enlatada. Quita la etiqueta y lávalas bien. Idealmente hazle una perforación en la parte de abajo para que el agua filtre bien (para esto puedes usar un taladro, o unos clavos y un martillo). Llénala de tierra. Con una cuchara chica puedes remover el germinado con todo y tierra del cartón de huevos. Haz un hoyo en la tierra de tu lata y coloca los germinados ahí y cúbrelo con tierra para que solo salgan los tallos y las hojitas de tu planta. ¡Obsérvalos crecer!
Nuestro favorito, usa un frasco para germinar un aguacate
A casi todos les encanta el aguacate. Por lo general siempre tiramos el famoso hueso que se encuentra al centro donde nos gustaría que hubiera más aguacate. Pero no lo tienes que dejar morir, si eres muy paciente le puedes dar vida a otro árbol que podrá crecer contigo hasta el final de tus días. Solo necesitas el frasco, la semilla y 4 palillos de dientes. Es muy fácil, lava la semilla y de preferencia y con mucho cuidado quítale la piel cafe oscura. Eso le ayudará a la semilla a abrirse con más facilidad. Una vez pelada, verás que el aguacate tiene una especie de grietas o uniones, de ahí se abrirá la semilla que sacará raíces. Es importante no confundir las grietas con los cortes que se pudieran haber generado con cuchillo al momento de partir el aguacate. Diferenciarlas es muy fácil pues los cortes del cuchillo se pondrán oscuros al momento de oxidarse.
Ya que tienes tu semilla sin piel, toma un palillo y clavalo 1.5 cm en la parte superior de la semilla (es la parte angosta o ‘puntiaguda’) evitando perforar las grietas naturales. Repítelo en cada cuadrante de la semilla hasta que tengas los 4 palillos bien fijos en la semilla. Coloca la semilla con la parte más ancha hacia abajo en el recipiente, permitiendo que los palillos funcionen como sostén en la boca del envase. Una vez hecho esto, llena el recipiente con agua hasta que ésta cubra la mitad de la semilla. Cambia el agua al menos una vez cada tercer día. Después de unas semanas o en algunos casos meses, la semilla se abrirá por debajo sacando raíces y después por arriba sacando un tallo. Cuándo el tallo de las primeras dos hojas podrás transplantarlo a una maceta.
Estas son tan solo algunas ideas, pero también puedes usar botellas de vino o cervezas como floreros o porta velas que puedes pintar y decorar a tu gusto, o usar las botellas de vino como sistema de autorriego para tus plantas. La creatividad no tiene límites, ¿y tú, cómo reutilizas tu basura?